Hay momentos en los que la vida te coloca frente a pequeñas verdades incómodas. Hace poco viví uno de ellos: me llegó la noticia de que ciertas personas estaban hablando de mí a mis espaldas. Y aunque una parte de mí ya intuía algo, escucharlo en voz alta removió mis aguas.
No era dolor…tampoco sorpresa. Era esa sensación familiar de “esto no me pertenece, pero está en mi campo energético”.
En vez de dejar que esa energía se quedara rondando mi pecho, elegí hacer lo que he